Reto Módulo 2

            Mi redacción va a tratar sobre una gaditana que, durante los años duros del franquismo luchó por mejorar las condiciones de vida de las mujeres y promovió cambios legislativos que fueron de vital importancia para conseguir dicho objetivo. Como jurista y como escritora fue una adelantada a su tiempo, combatiendo, desde dentro del franquismo, la discriminación por razón de sexo

            Mercedes Formica-Corsi Hezode (Cádiz, 9 de agosto de 1913-Málaga, 22 de abril de 2002), conocida como Mercedes Formica,​ fue una jurista, novelista y ensayista.

            Nacida en el seno de una familia acomodada, la ruptura del matrimonio de sus padres supuso que su madre se quedase en una situación de indefensión, hecho que la marcó durante el resto de su vida.

            En 1932 ingresó en la Facultad de Derecho de Sevilla, siendo la única mujer que estudiaba dicha carrera, recibiendo duros ataques por parte de una sociedad clasista y remisa a ver a una mujer acceder a este nivel de formación. La Guerra Civil interrumpió sus estudios.

            Amiga personal de García Lorca, se afilió a Falange Española en 1933, pero se fue separando del partido a la muerte de José Antonio Primo de Rivera y la posterior toma de control de este por parte del general Franco. Sobre la guerra se manifestó con frases como “ningún fin justificará esta sangre”.

            Finaliza sus estudios en Derecho en 1948 en Madrid, antes se había doctorado en Filosofía y Letras en 1945, ejerciendo finalmente como abogada, una de las tres juristas que entonces había en Madrid, renunciando a entrar en el Cuerpo Diplomático ya que estaba vetado en aquel tiempo a las mujeres. A lo largo de su vida, Formica peleó contra la exclusión de las mujeres de las oposiciones que permitían solo a los varones acceder a la Judicatura, a la Abogacía del estado o a las Notarías.

            El 7 de noviembre de 1953 se publica en ABC de un artículo que había sido retenido por la censura: «El domicilio conyugal», escrito a raíz de conocer la autora la noticia del asesinato de una mujer a manos de su marido.

            Su artículo desató una intensa polémica sobre la situación de las mujeres separadas y una legislación que no daba opción a las mujeres, donde optar por la separación significaba perder hijos, hogar y bienes. Según las leyes vigentes entonces la vivienda familiar se consideraba «casa del marido» y la esposa que pedía la separación debía abandonar aquella para ser «depositada» en domicilio ajeno, el de sus padres si los tenía, o en un convento, siempre bajo la tutela de un «depositario».

            El artículo tuvo una gran trascendencia tanto nacional como internacional, llegando a dedicarle una página la revista Time a su autora. Comienza un debate en diversos círculos jurídicos e intelectuales del país, que van haciendo suyas las reclamaciones de Mercedes Formica sobre la necesidad de modificar la legislación vigente.

            Cinco años después de la publicación de «El domicilio conyugal» se logró una tímida modificación del Código Civil. La reforma de 1958 sustituyó el concepto «casa del marido», por el de vivienda común del matrimonio, a efectos de determinar, en caso de separación, cuál de los cónyuges quedaría con el uso de la vivienda. También eliminó la figura degradante del «depósito de la mujer» y permitió que las mujeres viudas que contrajesen nuevo matrimonio pudieran mantener la patria potestad sobre sus hijos.  Además, se limitaron los poderes casi absolutos que tenía el marido para administrar y vender los bienes del matrimonio.

            Formica reclamó la eliminación de otros preceptos legales que atentaban contra la dignidad de la mujer, como el tratamiento discriminatorio de la mujer adúltera frente al hombre adúltero en el Código Penal vigente entonces.

            A lo largo de su vida publicó diversos libros y ensayos, muchos de ellos denunciando el trato discriminatorio que sufrían las mujeres en España.

            Murió tras una larga enfermedad en Málaga el 9 de abril de 2.002, ciudad en la que vivió los últimos años de su vida.

            Creo que es importante poner en valor su figura porque vivió en una época de nuestra historia en que las mujeres se invisibilizaban, ella luchó contra ello removiendo obstáculos y consiguió cambios que beneficiaron la vida de miles de mujeres que no tenían a casi nadie que luchara por sus derechos dentro de la dictadura imperante en nuestro país en los años 50.

            Además, su figura no ha estado exenta de polémica, el hecho de haber sido cercana a la dictadura ha provocado el rechazo de algunos partidos políticos, que ponen por encima que hubiera sido falangista a su lucha por la igualdad de hombres y mujeres.

            En octubre de 2015, el Ayuntamiento de Cádiz, gobernado por Podemos retiró el busto que tenía dedicado en la calle, que había sido instalado pocos meses antes, para colocarlo en una sala del edificio de la Fundación Municipal de la Mujer que lleva su nombre, recibiendo críticas por ello de vecinos y medios. Sin embargo, en 2.017 se le dedica una calle con su nombre en Madrid, gobernada en esos momentos por Manuela Carmena.

 

 

            Para elaborar esta redacción he usado como fuente Wikipedia y diversos artículos y columnas de medios publicados en el Diario de Cádiz y La Voz de Cádiz.

 

 

            

Comentarios